Habia una vez un pequeño muñeco de crochet que no sabia donde vivir. Buscaba y preguntaba a todos, y nadie le gustaba. La verdad es que este muñeco era muy exigente. Quería vivir en un lugar con niños, pero tambien deseaba viajar, y ver mundo. Soñaba con ir a lugares de frio extremo, y a bonitas y cálidas playas. En definitiva, su deseo era ver el mundo.
Como no conocía a nadie que cumpliera sus requisitos, decidió ir al pais de los bolsos a vivir una temporada, y así, emprendió su viaje.
El camino fue largo, pero no muy dificil. Cuando estaba casi llegando a su destino, en la última curva, atisbó algo en el bosque que lo hizo detenerse. Se trataba de dos luces azul grisaceo, de un color tan claro y tan bonito, que se salio de su camino y se fue tras ellas. Cuando las encontró, resultó que se trataba de los ojos de un niño. El pequeño Lucas.
Durante toda esa noche, charlaron sin parar. Lucas le habló de las frías nieves de Laponia, y de las cálidas playas de Almería. De las ordenadas plazas alemanas, y los ruidosos pueblos españoles. Y por fin, amaneció. Llegó la hora de entrar al pais de los bolsos. Pero el muñequito, ya no quiso entrar. Había encontrado finalmente, la familia con quien quería quedarse.
¡¡Que lo disfrutes, Lucas!!
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